jueves, 14 de junio de 2012

El señor Ibrahim y las flores del Corán

Sonreír es lo que nos hace felices



Esta película trata de la amistad que se entabla entre dos soledades, una que empieza a vivir y otra que se encuentra al final del periplo vital. Entre un niño, Momo, que ha sido abandonado a su suerte y un anciano, Ibrahim, que lleva una existencia rutinaria detrás del mostrador de su  pequeña tienda de ultramarinos. El niño es judío y el tendero musulmán. Pero sus diferentes orígenes no tienen ninguna importancia, lo esencial  es que son complementarios: El niño le da al señor Ibrahim una última justificación en su vida y el anciano le infunde a Momo confianza plena en la sabiduría que necesita para su crecimiento interior. Una relación inteligente, desbordante de sensibilidad y de humor.

Momo es un niño que vive solo en un piso de la rue Bleue donde el señor Ibrahim también tiene su pequeña tienda. Sus primeras vivencias las va a experimentar en ese barrio popular parisino: ser abandonado por su padre, su primer amor y su primera decepción con una vecina de su edad y el sexo con las complacientes mujeres que ejercen la prostitución delante de su casa. Ibrahim le enseñará las cosas importantes (sobre el amor, la alegría, la belleza, el aprendizaje,...) que hay que saber para poder vivir.

Ibrahim y las flores del Corán es una película que hay que ver saboreándola desde dentro y disfrutándola con la inocencia de la adolescencia y la sabiduría de la vejez de sus dos protagonistas.

  



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