lunes, 31 de octubre de 2011

"La mayoría de la gente está atrapada en una armadura"

El cavaller de l'armadura rovellada es una de esas historias que cautivan al lector desde el primer momento, no sólo por su sencillez narrativa, la intensidad de sus diálogos y personajes o por su sentido del humor, sino por las profundas verdades que encierra. Pocos relatos como éste abordan tantas realidades importantes para la vida en tan breve espacio, permitiendo una lectura rica y plagada de contenido práctico para la cotidianeidad de quien se acerca al texto.

Se pretende en la asignatura de religión abordar de manera amplia algunos de esos aspectos prácticos, permitiendo a los alumnos que se acercan a esta historia la posibilidad de reflexionar acerca de cuestiones tan importantes como lo que se es y lo que se aparenta ser, los obstáculos para la propia felicidad y la de los que nos rodean o la mejor manera de quererse a uno mismo.

Muchas veces, al adentrarnos en temas de tanta envergadura se tiene la sensación de haber caído en un pozo sin fondo. Es fácil encontrarse rápidamente ante la realidad de que la profundidad de estos asuntos nos supera. Sin embargo, desde la asignatura de religión pretende animarse a la no rendición ante verdades tan amplias.

La novela es una invitación a ir más allá de lo superficial para encontrar lo que verdaderamente somos y cuánto escondemos. Es un llamamiento a conocer cuáles son nuestras máscaras y cómo hacer para desprendernos de ellas. Descubrirnos ante nuestro espejo, vernos tal cual somos, comprender lo que hacemos, pensamos o sentimos es, sin duda, un viaje que merece la pena emprender, tal y como hace el protagonista de esta breve obra, con el fin de ser más felices, más sensibles, más personas en definitiva.

El mensaje del libro es el siguiente: todos somos en cierto sentido ese  caballero de la armadura oxidada y todos, sin excepción, nos vemos obligados en algún momento de nuestra vida a encontrarnos con nosotros mismos, a emprender un viaje hacia lo que verdaderamente somos y finalmente decidir quiénes queremos ser en realidad.
¡Feliz lectura y feliz viaje!


A menudo conocemos cosas acerca de las personas por cómo se expresan y lo que dicen. A continuación, encontraréis algunas frases de Robert Fisher, el autor del libro. A partir de esa frases, intentaremos dibujar un perfil del autor y lo haremos de forma sencilla: asignando tres adjetivos según lo que sus frases nos hayan sugerido sobre su persona.

Frases a considerar:
Nací en Long Beach, California, con el fin de estar cerca de mi madre. Me acuerdo de que fue un martes porque ese día no estaba haciendo nada más.

Cada día se nos da aquello que somos capaces de llevar a cabo. Si al final del día estamos cansados es porque quizás estemos haciendo algo que corresponde al otro día.

Sólo puedes amar al otro en la misma medida en la que te amas a ti mismo.

No se puede correr y aprender al mismo tiempo.

La vida es buena cuando uno la acepta.

La gente no suele percibir el sendero por el que transita.

Cuando aprendáis a aceptar en lugar de esperar, tendréis menos decepciones.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El coraje escondido de los más pequeños

L'Òscar i la Peggy Blue cuenta la historia de Óscar, un niño de diez años enfermo terminal de leucemia, que vive en un hospital donde percibe que todos tienen cierto miedo a acercarse a él. Sus padres temen contarle lo que le ocurre y su médico, tras el fracaso de las terapias, está desolado. Mamie Rose, una repartidora de pizzas, traba confianza con el chico, y el doctor hace un pacto con ella para que vaya a visitarle todos los días. Ante el silencio y la soledad del pequeño, Mamie Rose idea algunas estratagemas para animarle, como contarle su imaginario pasado como luchadora de catch, imaginar que cada día de su vida supone diez años de la vida normal de una persona o pedirle que escriba cartas a Dios. Poco a poco vamos asistiendo al despertar y el coraje del pequeño ante la muerte, acompañado por otros niños del hospital. De la mano de Mamie Rose, el pequeño vivirá toda una larga vida en apenas doce días; llegará a reencontrarse con sus padres y a asumir la muerte desde la confianza en el futuro que Dios le regala. Paradójicamente, Óscar y sus cartas a Dios terminan transformando hacia el amor a todos los que están con él y así se convierte en un agente de la esperanza.




Eric-Emmanuel Schmitt es un escritor francés de éxito en novela ("El hijo de Noé") y en teatro ("Milarepa"). Sus obras de teatro y sus narraciones se han traducido a muchas lenguas, con gran aceptación de público, porque llega a expresar los más profundos sentimientos. Él se presenta como cardio-escritor.

"Soy un escritor de la esperanza en un mundo desesperado", dirá. Y esto tiene mucho que ver con su preocupación por las religiones. Para él creer no es saber sino descubrir en el fondo la pregunta sobre Dios. Cuando Él está presente, la vida se descubre mucho más rica de aquello que uno se imagina. Las religiones no están desapareciendo sino que a través de ellas los seres humanos se abren al optimismo. Piensa que ellas nos llevan a interrogarnos en profundidad para tener ganas de vivir.

Después de una experiencia en una expedición al Sahara en 1998, se siente atraído por la vida de Jesús y el mundo de las diferentes experiencias de Dios. Ha escrito una trilogía de lo Invisible: Milarepa, sobre el mundo del budismo, El señor Ibrahim y las flores del Corán, sobre el judaísmo y el islam, además de la pequeña obra L'Òscar i la Peggy Blue.

Su relación con el cine comenzó cuando se adaptó su novela El señor Ibrahim y las flores del Corán y ahora se atreve con las aventuras de Óscar. Dice que "quiere encontrar su pensamiento cinematográfico" y por eso se ha metido en el mundo del cine.

martes, 25 de octubre de 2011

La pregunta


Preguntaba el monje:  Todas estas montañas y estos ríos y la tierra y las estrellas...
¿de dónde vienen?

Y preguntó el maestro: ¿Y de dónde viene tu pregunta?

A. DE MELLO. El canto del pájaro.


lunes, 17 de octubre de 2011

Diálogo entre un pez joven y uno viejo

-Usted perdone -le dijo un pez a otro- es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llamamos Océano? He estado buscándolo por todas partes sin resultado.

- El océano -respondió el viejo pez- es donde estás ahora mismo.

-¿Esto? Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano -replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar a otra parte.

Deja de buscar, pequeño pez. No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar tranquilo, abrir tus ojos y mirar. No puedes dejar de verlo.

A. DE MELLO, El canto del pájaro.