sábado, 12 de noviembre de 2011

Las religiones, constructoras de la paz

El Papa Benedicto XVI ha renovado en la ciudad italiana de Asís, junto con trescientos líderes de diferentes religiones de todo el mundo, el compromiso por la paz y la justicia y ha hecho un llamamiento para que en el mundo no exista nunca más la violencia, nunca más la guerra, nunca más el terrorismo. http://www.europapress.es/sociedad/noticia-papa-300-lideres-religiosos-piden-paz


Esa invitación del Papa a orar por la paz la hace propia de manera especial la orden franciscana. Los franciscanos de Carcaixent también han querido contribuir a este empeño por transmitir a todo el mundo la paz, comenzando por los habitantes de la ciudad de Carcaixent  mediante la celebración de una serie de actividades (celebración interreligiosa, exposición "Peregrinos de la paz", mesa redonda y una conferencia) durante la semana del 27 de octubre para conmemorar el Espíritu de Asís. www.sanantoniocolegio.com



Desde el departamento de Religión del IES Pere d'Esplugues de la Pobla Llarga quisiéramos hacer nuestra pequeña contribución a la paz mundial ofreciendo la siguiente fábula de la tradición musulmana sufí para que apliquemos su enseñanza al diálogo y al encuentro entre las religiones:

Las tijeras y la aguja

Un rey fue un día a visitar al gran místico sufí Farid. Inclinándose ante él le ofreció un regalo de gran valor, un objeto de una rara belleza: unas tijeras de oro con diamantes incrustados. Farid tomó las tijeras con la mano, las contempló y se las devolvió al visitante diciéndole:
- Gracias, señor, por este regalo tan preciado. El objeto en magnífico, pero no tengo en qué usarlo. Dame mejor una aguja. No tengo nada que hacer con unas tijeras.
- No comprendo nada, dijo el rey: si necesitas una aguja, ¡también necesitarás unas tijeras!


- No, explicó Farid, las tijeras cortan y separan. No las necesito. Una aguja, por el contrario, vuelve a coser lo que estaba roto. Mi enseñanza está fundada sobre el amor, la unión, la comunión. Necesito una aguja para restablecer la unidad. Las tijeras desconectan y cortan. Tráeme una aguja ordinaria cuando vengas a verme. Eso me basta.

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