viernes, 30 de diciembre de 2011

El camello cojito


El camello se pinchó con un cardo del camino
y el mecánico Melchor con buen tino le dio vino.

Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino...
mientras intranquilo Melchor
consultaba su "Longinos".

¡No llegamos, no llegamos,
y el "Santo Parto" ha venido!
son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su hipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos
a la puerta de Belén
el supremo rey estaba.

Los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un niño recién nacido.

-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos,
mientras el camello echado
le hacen cosquillas al Niño.
 (GLORIA  FUERTES)

                                                                                                                                                                             

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